Encontrando a Jesús
- Cómo proceder
- El único y verdadero camino a la felicidad
- ¿Se esconde Jesús?
- Lo que da Jesús a todo aquel que viene a él
- ¿A qué comparó Jesús el mundo de nuestros días?
- El problema moral que corrompía el mundo en el tiempo de Noé
- El tipo de mente que prevalecía en los días de Noé
- El grave problema que tenía el mundo antediluviano
- ¿Cómo considera Dios a aquellos que destruyen el planeta?
- Lo que faltaba en las vidas de los habitantes de la tierra en los días de Noé
- ¿Cómo demostró Dios su amor por la generación de Noé en los trágicos días que precedieron al diluvio?
- ¿Cómo demuestra Dios hoy su amor por ti y por mí?
¡Perdidos!: quizá es la forma más breve de describir nuestra situación real. No sólo nos hemos extraviado en el camino; también hemos perdido la dirección.
Nos encontramos como aquel triste y solitario perro, enjaulado en una caja transportadora para mascotas abandonada en medio de una calle de Londres. Un transeúnte que pasaba preguntó: “¿Qué problema tiene este animal?”
“Verá”, respondió el encargado, “durante la primera parte del viaje el perro se comió la etiqueta que indicaba su origen y destino; ahora nadie sabe de dónde procede ni dónde enviarlo”.
¿Sabes a dónde vas? ¿Sientes un vacío, una falta de significado en tu vida? ¿Te pones a mirar el celular, con la mente en “punto muerto”, aburrido de ti mismo y de todo cuanto puede hacer un mundo sin sentido para distraerte? ¿Parece tu futuro como un cielo que no deja ver más que negras nubes?
No estás solo. La mayoría de los más de siete mil millones de habitantes del mundo sienten como si estuvieran embarcados en un misterioso navío de destino desconocido. La mayoría, pero no todos. Hay quienes pueden leer un mapa, comprobar dónde se encuentran y han descubierto un mapa inspirado que les revela lo que está sucediendo y lo que está por suceder.
Ese mapa consiste en un conjunto de libros que se llama Biblia. Descubrieron una llave que les abre sus páginas y les expone sus tesoros de esperanza y felicidad. Sus ojos brillan porque una luz de origen celestial brilla en sus corazones. La encuentran en la Biblia.
Ese “libro” es diferente a cualquier otro en el mundo, pues sólo en él se encuentra un “Así dice el Señor”. En ocasiones proporciona caricias de aliento, otras veces atraviesa como afilada espada. Es duro como el acero al establecer la diferencia entre lo correcto y lo erróneo. Suave como el terciopelo cuando te proporciona la seguridad del perdón de todos tus pecados y el poder para hacer de ti una persona nueva.
Ese libro revela a Cristo verdaderamente tal cual es. Si estás dispuesto a mirar en él, el Espíritu Santo te lo mostrará.
Cómo proceder
Haz una pausa y repite estas palabras de todo corazón: “Padre celestial, gracias por tu Libro. Gracias por enviar tu Espíritu Santo para aclarármelo. Quiero conocerte mejor y deseo hacer tu voluntad. Te lo pido en el precioso nombre de Jesús. Amén”. Te aseguro que esta oración será contestada.
El único y verdadero camino a la felicidad
“Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí”.
Juan 14:6:
¿Se esconde Jesús?
“La Palabra (Cristo) le dio vida a todo lo creado, y su vida trajo luz a todos. Aquel que es la luz verdadera, quien da luz a todos, venía al mundo”.
Juan 1:4, 9
No importa quién seas ni cuáles hayan podido ser tus errores en el pasado, si acudes a Cristo, ¿qué puedes esperar que él haga?
“Sin embargo, los que el Padre me ha dado vendrán a mí, y jamás los rechazaré”.
Juan 6:37
“Nadie ha caído tan bajo, nadie es tan vil, que no pueda encontrar liberación en Cristo”.
El Deseado de todas las gentes, pág. 224
“Si ves tu pecaminosidad, no esperes para hacerte mejor. ¡Cuántos hay que piensan que no son lo suficientemente buenos para ir a Cristo! ¿Esperas mejorar a través de tus propios esfuerzos? ‘¿Acaso puede una persona cambiar el color de su piel? ¿Puede un leopardo quitarse sus manchas? Tampoco ustedes pueden comenzar a hacer el bien porque siempre han hecho lo malo’ (Jeremías 13:23). Únicamente en Dios hay ayuda para nosotros. No debemos permanecer en espera de persuasiones más fuertes, de mejores oportunidades o de tener un carácter más santo. Nada podemos hacer por nosotros mismos. Debemos ir a Cristo tales como somos”.
El Camino a Cristo, pág. 31
Dios ha prometido: “vendrán a mí, y jamás los rechazaré” (Juan 6:37).
Lo que da Jesús a todo aquel que viene a él
Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma.
Mateo 11:28-29
Jesús da descanso y nos dice: “déjenme enseñarles”. Ese descanso es precisamente la paz del corazón que todos buscan, sin encontrarla jamás en el mundo. Sé un estudiante en su escuela. Él es un Maestro sin igual. De hecho, es tal su eficacia, que todo estudiante que se decida a aprender de él logrará la máxima calificación: la vida eterna.
¿A qué comparó Jesús el mundo de nuestros días?
»Cuando el Hijo del Hombre regrese, será como en los días de Noé.
Mateo 24:37
Volviendo al relato de Génesis sobre los habitantes del mundo en “los días de Noé”, ¿qué estaba sucediendo con la población a nivel demográfico?
Luego los seres humanos comenzaron a multiplicarse sobre la tierra.
Génesis 6:1
Al comenzar el siglo XX había mil seiscientos millones de habitantes. Al terminar, más de cinco mil. A menos que Cristo regrese antes, y si continua al mismo ritmo, lograr alimento y recursos para todos será más difícil de lo que costó llegar a la luna. Millones de personas están ya en el mundo sin morada y sin comida. No es descabellado pensar que en los días de Noé el mundo tuviese una población comparable a la nuestra, según el autor Alfred M. Rehwinkel, en su libro “El diluvio”.
El problema moral que corrompía el mundo en el tiempo de Noé
Los hijos de Dios vieron a las hermosas mujeres y tomaron como esposas a todas las que quisieron.
Génesis 6:2
“Era lícito que se casaran. El matrimonio formaba parte del plan de Dios; fue una de las primeras instituciones que él estableció. Dio instrucciones especiales tocante a esta institución, revistiéndola de santidad y belleza; pero estas instrucciones fueron olvidadas y el matrimonio fue pervertido y puesto al servicio de las pasiones humanas”.
Patriarcas y Profetas, pág. 90
“El Señor dio a Adán una mujer, revelando así sus órdenes. Pero después de la caída, los hombres prefirieron seguir sus deseos pecaminosos: y como resultado, aumentaron rápidamente los delitos y la desgracia. No se respetaba el vínculo matrimonial ni los derechos de propiedad. Cualquiera que codiciaba las mujeres o los bienes de su prójimo, los tomaba por la fuerza, y los hombres se regocijaban en sus hechos de violencia”.
Patriarcas y Profetas, pág. 80
El tipo de mente que prevalecía en los días de Noé
El Señor vio la magnitud de la maldad humana en la tierra y que todo lo que la gente pensaba o imaginaba era siempre y totalmente malo.
Génesis 6:5
“Dios otorgó ricos y variados dones a la gente; pero los usaron para glorificarse a sí mismos y los convirtieron en maldición poniendo sus afectos en ellos mismos más bien que en Dios que se los había dado. Emplearon el oro y la plata, las piedras preciosas y las maderas selectas en la construcción de mansiones para sí, y trataron de superarse unos a otros en el embellecimiento de sus moradas con las más hábiles obras del ingenio humano. Sólo procuraban satisfacer los deseos de sus orgullosos corazones, y se aturdían en escenas de placer y perversidad. No deseando conservar a Dios en su memoria, no tardaron en negar su existencia. Adoraban a la naturaleza en lugar de rendir culto al Dios de la naturaleza. Glorificaban al ingenio humano, adoraban las obras de sus propias manos y enseñaban a sus hijos a postrarse ante imágenes esculpidas”.
Patriarcas y Profetas, pág. 79
El grave problema que tenía el mundo antediluviano
Ahora bien, Dios vio que la tierra se había corrompido y estaba llena de violencia.
Génesis 6:11
El siglo XX ha sido el más sangriento en toda la historia de la tierra. Más de 90 millones de personas han muerto en guerras. Más de mil personas, presas de la desesperación, cometen suicidio cada día. Un número aún mucho mayor lo intenta sin éxito. En años recientes las tasas de homicidio criminal, violación y robo, se han incrementado hasta cifras inimaginables.
¿Cómo considera Dios a aquellos que destruyen el planeta?
Las naciones se llenaron de ira, pero ahora el tiempo de tu ira ha llegado. Es tiempo de juzgar a los muertos y de recompensar a tus siervos, los profetas, y también a tu pueblo santo y a todos los que temen tu nombre, desde el menos importante hasta el más importante. Es tiempo de destruir a todos los que han causado destrucción en la tierra».
Apocalipsis 11:18
Lo que faltaba en las vidas de los habitantes de la tierra en los días de Noé
»Cuando el Hijo del Hombre regrese, será como en los días de Noé. En esos días, antes del diluvio, la gente disfrutaba de banquetes, fiestas y casamientos, hasta el momento en que Noé entró en su barco. La gente no se daba cuenta de lo que iba a suceder hasta que llegó el diluvio y arrasó con todos. Así será cuando venga el Hijo del Hombre.
Mateo 24:37-39
Lo que les faltaba era el conocimiento de la verdad. La verdad es que Jesús está a punto de regresar.
¿Cómo demostró Dios su amor por la generación de Noé en los trágicos días que precedieron al diluvio?
Entonces el Señor dijo: «Mi Espíritu no tolerará a los humanos durante mucho tiempo, porque solo son carne mortal. En el futuro, la duración de la vida no pasará de ciento veinte años».
Génesis 6:3
“En medio de la corrupción reinante, Matusalén, Noé y muchos más trabajaron para conservar el conocimiento del verdadero Dios y para detener la ola del mal. Ciento veinte años antes del diluvio, el Señor, mediante un santo ángel, comunicó a Noé su propósito, y le ordenó que construyese un arca. Mientras la construía había de predicar que Dios iba a traer sobre la tierra un diluvio para destruir a los impíos. Los que creyesen en el mensaje y se preparasen para ese acontecimiento mediante el arrepentimiento y la reforma, obtendrían perdón y serían salvos”.
Patriarcas y Profetas, pág. 81
¿Cómo demuestra Dios hoy su amor por ti y por mí?
Y, cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí».
Juan 12:32
Cristo, mediante el Espíritu Santo, está atrayendo a todos a sí mismo.
“Jesús dijo: ‘Yo, cuando sea levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo’ (Juan 12:32). Cristo debe ser revelado a todos como el Salvador que murió por el pecado del mundo; y mientras contemplamos al Cordero de Dios sobre la cruz del Calvario, el misterio de la redención comienza a revelarse a nuestra mente, y la bondad de Dios nos guía al arrepentimiento. Al morir por los pecadores, Cristo manifestó un amor incomprensible; y a medida que el pecador lo contempla, este amor enternece el corazón, impresiona la mente e inspira contrición al alma… El pecador puede resistir a este amor, puede rehusar ser atraído a Cristo; pero si no se resiste, será atraído a Jesús; el conocimiento del plan de la salvación le guiará al pie de la cruz arrepentido de sus pecados, los cuales causaron los sufrimientos del amado Hijo de Dios… Tú, en cuyo corazón existe el anhelo de algo mejor que cuanto este mudo pueda dar, reconoce en este deseo la voz de Dios que habla a tu alma”.
El Camino a Cristo, págs. 27-28
Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.
1 Pedro 5:7
Nunca dejen de orar.
1 Tesalonicenses 5:17
«Padre, si quieres, te pido que quites esta copa de sufrimiento de mí. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía».
Lucas 22:42
El poder de elegir que Dios le ha dado a los hombres; es de ellos para ejercitar. No puedes cambiar tu corazón, no puedes por ti mismo dar a Dios sus afectos; pero puedes elegir servirle. Puedes darle tu voluntad; Entonces Él obrará en ti el querer y el hacer según Su beneplácito.
“Dios nos dio el poder de elegir; nos toca ejercitarlo. No puedes cambiar tu corazón, no puedes por ti mismo dar a Dios tus afectos; pero puedes elegir servirle. Puedes darle tu voluntad; Entonces Él obrará en ti el querer y el hacer según buena voluntad”.
El Camino a Cristo, págs. 47-48