Satanás engaña a quienes no oran
Quienes no estudian la Biblia con dedicación ni alinean sus deseos y propósitos con esa guía infalible, inevitablemente se desviarán del buen camino.
Quienes no estudian la Biblia con dedicación ni alinean sus deseos y propósitos con esa guía infalible, inevitablemente se desviarán del buen camino.
Asegúrate de que el ritmo de tu vida no te haga descuidar la oración, especialmente cuando más necesitas la fuerza que ella te proveería.
¿Por qué no oramos más, cuando la oración es la llave de la fe que abre el almacén del cielo, con los recursos infinitos de Dios?
Dios está esperando para derramar la plenitud de sus bendiciones. Hay de nuestra parte mucha cavilación para presentarle nuestras necesidades.
Si el Hijo de Dios sintió la necesidad de orar, ¡cuánto más nosotros, debemos sentir la necesidad de orar con fervor y constancia!
El primer deseo por la mañana debe ser el de acudir a la presencia de Jesús, su luz, su vida y su espíritu deben ser nuestros constantemente.
Cada mañana conságrate a Dios por ese día. Sea puesta así tu vida en las manos de Dios, y será así cada vez más semejante a la de Cristo.
Si dedicas tiempo diariamente a la meditación, la oración y el estudio de la Biblia, te vincularás con Dios y ejercerás una influencia salvadora.
Es tan conveniente y esencial para nosotros orar tres veces al día. La oración es la vida del alma, el fundamento del crecimiento espiritual.
La religión debe comenzar por vaciar y purificar el corazón, y debe nutrirse de la oración diaria. El Señor es mi fuerza y mi escudo.