La oración nos capacita para vivir en la luz de la presencia de Cristo
Cuando te levantes en la mañana, arrodíllate y pídele a Dios que te fortalezca para cumplir los deberes del día, y hacer frente a las tentaciones.
Cuando te levantes en la mañana, arrodíllate y pídele a Dios que te fortalezca para cumplir los deberes del día, y hacer frente a las tentaciones.
Si necesitan sabiduría, pídansela a nuestro generoso Dios, y él se la dará; no los reprenderá por pedirla.
Llamen los que desean la bendición de Dios, y esperen a la puerta de la misericordia con firme seguridad.
Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo. La oración no baja a Dios hasta nosotros, antes bien nos eleva a él.
Son pocos los que aprecian o aprovechan debidamente el precioso privilegio de la oración. Debemos ir a Jesús y explicarle todas nuestras necesidades.
Podemos estar en contacto con Dios en nuestros corazones; podemos andar en compañerismo con Cristo.
Podemos estar en contacto con Dios en nuestros corazones; podemos andar en compañerismo con Cristo.
¡Es algo maravilloso que podamos experimentar la oración efectiva! Imagina poder conectarte directamente con Dios y presentarle tus pedidos.
¡Pide y recibirás! Solicita con humildad, sabiduría, valentía y fortaleza espiritual. Cada oración sincera obtendrá una respuesta.