La oración secreta, el alma de la religión
Esfuércense por demostrar los resultados de su salvación obedeciendo a Dios con profunda reverencia y temor. Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada.
Filipenses 2:12-13
No descuides la oración secreta, porque es el alma de la religión. Con ferviente y sincera oración, solicita pureza para tu alma. Intercede tan ferviente y ardorosamente como lo harías por tu vida, si estuviese en juego. Permanece delante de Dios hasta que se enciendan en ti anhelos indecibles de salvación, y obtengas la dulce evidencia de que tus faltas están perdonadas.