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Quienes no estudian la Biblia con dedicación ni alinean sus deseos y propósitos con esa guía infalible, y no buscan a Dios en oración para conocer su voluntad, inevitablemente se desviarán del buen camino y caerán en las trampas de Satanás. No dejes que esto te suceda: encuentra claridad y propósito en Dios hoy mismo.
Velen y oren para que no cedan ante la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil.
Mateo 26:41
Si el Hijo de Dios sintió la necesidad de orar, ¡cuánto más nosotros, debemos sentir la necesidad de orar con fervor y constancia!
Cristo oró al Padre, mostrando que la naturaleza humana requiere todo el apoyo divino que el ser humano puede obtener.
Asegúrate de que el ritmo de tu vida no te haga descuidar la oración, especialmente cuando más necesitas la fuerza que ella te proveería.
La gracia es la mano de Dios que baja a la tierra. La fe es la mano de la persona que se extiende hacia arriba para asir la de Dios.
Si hubo un tiempo en nuestra historia en el que necesitamos humillar nuestras almas delante de Dios, es ahora.
Si dedicas tiempo diariamente a la meditación, la oración y el estudio de la Biblia, te vincularás con Dios y ejercerás una influencia salvadora.
