Toda oración sincera es oída
Hasta ahora nada han pedido en Mi nombre; pidan y recibirán, para que su gozo sea completo.
Juan 16:24
Hasta ese momento los discípulos no conocían los recursos y el poder ilimitado de Cristo. Él les explicó que el secreto de su éxito consistiría en pedir fuerza y gracia en su nombre, la gracia es un don o favor que Dios hace sin merecimiento particular.
Cristo está delante del Padre para pedir por ti. La oración del humilde suplicante es presentada por él como su propio deseo en favor de aquella persona. Cada oración sincera es oída en el cielo. Tal vez no sea expresada con fluidez; pero si procede del corazón ascenderá al santuario donde Jesús ministra, y él la presentará al Padre sin balbuceos, hermosa y fragante con el incienso de su propia perfección.